¿Os habéis considerado nunca brujas? Malvadas, modernas, diferentes. ¿Cuántas veces os han llamado brujas por ser distintas a las demás? Pues sí, somos brujas. Las brujas, es decir las mujeres distintas en la inquisición se las quemaba o se les hacía llevar un camino empedrado de ataques y discriminaciones.
Se dice que las brujas utilizaban drogas, drogas tanto para auto sanarse a ellas mismas o a otros cómo para atacar a los enemigos. ¡Las pócimas! No sabemos nadie cual era el ingrediente secreto de sus pócimas pero hay constancia de ellas en la época de la Inquisición en la que había tanto la quema de brujas, cómo la quema de libros.
En la tierra dónde pasé muchos años, el Pirineo catalán, las brujas son famosas y se les da mucha importancia, se estudian y se alaban. Corren rumores, bueno de hecho no son tan rumores lo sé, quedan brujas sueltas. Y no sólo hacen pócimas, tienen muchos otros poderes, cómo el reiki o la telepatía. De hecho os parecerá muy raro pero en la cultura oriental esto se ha estudiado y es del todo cierto que existe. Algún día os hablaré de ello.
Otro fenómeno interesante es el de los druidas, los druidas los describían cómo aquellos que recolectaban frutas y plantas y las ponían tal cómo las brujas en pócimas que tomaban ellos mismos y sus aldeanos cómo remedio milagroso. Se encontraban en pueblos pequeñitos y lo vemos muy claro representado en Ásterix y Obleix.
Así pues vemos aquí dos claros ejemplos de personas de otras épocas, que aún son actuales aunque son visibles de manera distinta, que utilizaban y utilizan las drogas cómo manera de sanar o buscar la luz o la oscuridad. Eh aquí dos ejemplos claros de contrafarmacia. Y yo una menda, digan lo que digan estoy a favor de la contrafarmacia.
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